Desde Romauto Reparaciones os ofrecemos unos consejos para proteger vuestro coche contra el frío.
Si la luna se congela, los limpiapabrisas quedarán pegados; intentar despegarlos con el cristal helado puede dejarlos inservibles.
Para evitar que esto suceda, puedes dejar las gomas levantadas o utilizar unos tapones de corcho para evitar que tengan contacto directo con el parabrisas y queden adheridas a él por hielo.
El líquido del limpiaparabrisas también es importante. Asegúrate de que no lo has rellenado solo con agua, ya que entonces se congelará muy fácilmente y no cumplirá su función.
La batería es uno de los elementos del vehículo que más acusa el frío y es la causante de que tras una noche de heladas el coche no arranque. Para evitar estas situaciones comprueba su antigüedad ; y si ha cumplido su vida media de uso, es mejor que la reemplaces al primer signo de agotamiento. Es importante saber que partir de los cuatro años las baterías suelen perder efectividad.
Normalmente el anticongelante se presenta como un líquido de un color vivo, si este se ha puesto translúcido, ha perdido intensidad, o está ennegrecido debes cambiarlo cuanto antes. Lo mejor es vaciarlo y reponerlo todo para evitar sorpresas.
Cuando las temperaturas bajan mucho el mecanismo de las puertas se puede congelar. En este caso, no es nada recomendable tratar de abrir el coche a la fuerza, porque se podría dañar el mecanismo. Lo recomendable utilizar alcohol, o incluso un secador de mano para abrir las puertas sin forzarlas. Para evitar definitivamente el problema, hay aerosoles lubricantes con los que evitarás la congelación.