Prevención y anticipación son las claves de una conducción preventiva. Visión, anticipación y gestión del espacio, combinar estas tres técnicas permite a los conductores adecuar la velocidad del vehículo y controlar los elementos de la circulación (otros vehículos, tráfico, condicionantes externos, elementos metereológicos) para reaccionar a tiempo y prevenir situaciones de peligro.
Ser respetuosos con el medio ambiente y conscientes de nuestra huella ecológica es otro de los propósitos del nuevo año. Se puede ahorrar hasta un 25% de combustible y emitir hasta un 78% de monóxido de carbono y un 50% de óxido de nitrógeno menos poniendo en práctica estos consejos:
Conducción eficiente significa desterrar en buena medida la agresividad al volante y ajustamos a los límites de velocidad. Siguiendo algunos sencillos consejos podremos ahorrar gasolina en cada kilómetro.
Los expertos recomiendan mantener una velocidad adecuada, anticipándonos a lo que pueda ocurrir en la carretera. Por ejemplo, si vemos que el coche que nos precede ha frenado, levanta el pie del acelerador y no esperes a llegar a su altura para tener que dar un frenazo. Frenar lo menos posible es uno de los grandes trucos para ahorrar combustible.
También se consigue reducir el gasto de gasolina si no se bajan las ventanillas del coche. En caso contrario, el vehículo hace más rozamiento y, por tanto, obliga al motor a consumir más. Lo mismo sucede con el aire acondicionado como veíamos antes.
Muchos de los vehículos que se venden hoy en día van equipados con cambio automático. Aunque es una gran comodidad para el conductor y los sistemas más modernos han mejorado en su diseño, lo cierto es que siguen consumiendo más combustible que los coches con cambio manual si se conducen de forma eficiente.
Por último, y quizás más importante de todo, es la atención a la presión de los neumáticos. La presión es muy importante ya que si no se usa la más adecuada para cada neumático, aumenta el desgaste y la posibilidad de sufrir un reventón. Además, si la rueda no tiene la presión suficiente, aumenta el consumo de carburante.
El correcto mantenimiento del vehículo también debe formar parte de la lista de buenos propósitos en carretera. Revisar el adecuado funcionamiento de los frenos, seguir sencillas pautas para prolongar la vida útil del coche como la correa de distribución, la presión de los neumáticos o la carrocería no sólo contribuyen a evitar averías sino a asegurar mejor reacción y estabilidad en el comportamiento del coche en carretera. En esa línea, cambiar los neumáticos cada cierto tiempo para evitar desgastes y asegurar un mejor agarre al asfalto.